jueves, 22 de julio de 2010

Donde se encuentran la Fe y la Esperanza

El día de ayer, durante una reunión de padres que preparamos a nuestros hijos para recibir la Primera
Comunión,  se realizó una lectura de reflexión sobre nuestra fe en Dios y los momentos en los que las circunstancias la ponen a prueba. Me tocó en suerte dar mi opinión y sin querer tuve que regresar al momento en que mi hija murió y cómo lo afrontamos mi esposo y yo.

Debo decir que han pasado muchos años y  he vivido muchas experiencias que me hacen creer que lo he superado en gran medida y ahora puedo vivir de una forma más positiva con ello, pero igual me fue difícil tomar la palabra y compartir el tema. Cada vez que la circunstancia me hace compartir le hecho con otras personas mi primera reacción es hablar de modo que nada pueda sr mal interpretado y que a la vez puedan tener una idea de lo que significó para nosotros. Y es muy difícil. Parece que algo dentro de mí me dijera que debo hacerlo con la mayor delicadeza pues de otro modo algo se quiebra dentro de mí. Es como tener un jarrón extremadamente fino guardado en una vitrina especial, pero de pronto debes sacarlo y llevarlo a otro sitio y luego guardarlo de nuevo, y entonces todas las precauciones son pocas para caminar con él entre manos.

martes, 13 de julio de 2010

Cosas que jamás se deben decir a quien perdió un bebé en el embarazo

Aunque ya he publicado algo de esto en un post anterior (Cuando no sabemos qué hacer, qué decirle a los padres... Cómo dar las condolencias), quiero compartir  con todos un extracto del artículo publicado en http://sinsiquieraconocernos.blogspot.com/2010/04/que-no-decir-quienes-perdieron-un.html#comment-form, blog de una joven mujer ecuatoriana, Paz, pues creo que es absolutamente adecuado a la experiencia de la mayoría de personas que pasan por la triste y dolorosa experiencia de perder a un bebé no nacido
Creo que sus consejos son también aplicables en los casos en que que murió un bebé de pocos días.

Que NO decir a quienes perdieron un embarazo
Este post se refiere únicamente a madres que perdieron un embarazo, no a madres que perdieron un hijo ya nacido. No me malinterpreten, cualquier tipo de pérdida es igual de importante, pero este post va para las que perdieron un embarazo porque parece ser que la sociedad desvaloriza la pérdida de un embarazo, piensan que como el bebé nunca llegó a nacer es menos importante, y por ello tienen comentarios en donde se resta importancia al sufrimiento de perder un embarazo. Nunca faltan las personas con comentarios que en vez de hacernos sentir mejor nos ponen peor, sé muchos no lo hacen con mala intención, por eso decidí escribir este blog, para que sepan lo que NO se debe decir:

  • Fue para mejor (¿cómo puede ser la pérdida de un hijo algo "bueno"?)

viernes, 9 de julio de 2010

Esperando el reencuentro


En un blog argentino (Seguir viviendo sin vos), he encontrado una frase que no había leído antes. Si fuésemos capaces de saber cuándo y dónde volveremos a encontrarnos de nuevo, nuestra despedida sería más tierna.  Y es totalmente cierto.

Probablemente lo más terrible de la muerte de alguien que amamos  es la noción de la separación definitiva, terminal, que nos deja impotentes para hacer nada, un último beso, un último gesto, una última sonrisa. El saber que nunca más... es lo que nos rompe el alma. Como dice Serrat en una canción:... "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio".

Y por eso quienes tenemos fe en una vida posterior (sea cual sea tu religión) tenemos un consuelo, aunque sea sólo en una promesa. Pero creemos que ese día llegará, tarde lo que tarde.  Lo que no sé es cómo superaran esa separación quienes no creen en nada, sean ateos o agnósticos. No me lo imagino. debe ser un duelo lleno de desesperanza y soledad.

jueves, 8 de julio de 2010

Ser padres de un hijo que ya no está

Entre las muchas cosas que personas cercanas me dijeron para tratar de ayudarme a superar la muerte de mi pequeña bebé, recuerdo una de forma especial. Un sacerdote me dijo que aunque mi hija no estuviera conmigo, yo seguiría siendo su madre. Y esa es una idea que me cambió el panorama por completo. No eliminaba el dolor ni la angustia de la ausencia, pero me daba una dirección en la cual caminar: aprender a ser madre de una hija que no estaría conmigo, pero que seguía siendo mi hija. Y yo su madre.

Creo que eso es algo realmente importante, porque nos ayuda a enfocar nuestra atención en el vínculo más que en la pérdida  pero, más allá de lo efectivo que pueda resultar como recurso psicológico, nos permite mantener, de una manera saludable el lazo afectivo y vital. Y de esos lazos es que se nutre el corazón ¿no es así?

Cuando somos padres de un hijo que no está, lo mantenemos incorporado a

Cuando no sabemos qué hacer, qué decirle a los padres... (Cómo dar las condolencias)

Cuando pasé por la pérdida de mi hija, recibí muchas muestras de afecto y solidaridad, sin embargo, cunado las personas me daban las condolencias, algunas realmente me provocaban más tristeza que el consuelo que pretendían ofrecerme, en una medida muy superior de la que hubieran podido imaginar. La razón es que en ocasiones queremos que los demás resuelvan la situación, o la superen, como nosotros creemos que sería más adecuado... sin haber pasado por ella.

Claro que no es necesario haber estado embarazada para poder explicar cómo nace un niño o ser estrella de fútbol para poder dirigir al equipo, pero hay situaciones que son extremadamente "personales" y se basan en gran medida en nuestros sentimientos, por lo tanto quien jamás se ha acercado a esa situación puede ayudar poco con recomendaciones, que a veces pueden resultar  muy dolorosas.

Recuerdo que una de las cosas más horribles que escuché, de boca de una madre de familia, fue: "No te preocupes, trata de no pensar en ello, pasa la página y verás que pronto lo habrás olvidado".

Es un comentario bastante común y terriblemente duro y absurdo. ¿Puede una mujer olvidarse que tuvo un hijo? ¿Puede "pasar la página" y olvidar todo lo que lo esperó y lo amó en el tiempo que compartió con él, fueran años, meses o sólo unos pocos días? Es algo imposible. Y cuando me dijeron eso sólo me mordí los labios y traté que enfocarme en la buena intención de la persona más que en el contenido de sus palabras, pero me dolía demasiado pensar que alguien pretendiera que yo olvidara a mi preciosa bebé...a la cual, todo lo contrario, trataba de recordar como si cada momento fuera un precioso tesoro... y creo que sigue siendo así.

De otro lado están quienes como no saben qué hacer, mejor ni se acercan,