viernes, 27 de diciembre de 2013

La fe, bálsamo contra el dolor

El siguiente texto es en realidad un comentario de un lector a la primera entrada de este blog, que además es la más visitada: http://sobreviviendoanuestroshijos.blogspot.com/2010/06/como-enfrentar-la-muerte-de-un-hijo.html#comment-form.
Su nombre es Juan, y llegó a este espacio virtual al ver que su esposa lo hacía, luego de perder a su único hijo. Tanto en esa ocasión, en que compartió su sentir el 26 de septiembre pasado, como ahora, creo que sus vivencia puede ser inspiradora para otros, por eso la publico aquí. 
Esta carta continúa en un nuevo post, pueden buscarlo en página mencionada, en la que comparten su alegría por la forma como su historia ha ido evolucionando..
Ad portas de un  nuevo año, siento con claridad que mientras el mundo se prepara a celebrar con alegría un fiesta, muchos están sufriendo la mayor agonía de su vida.
Para ellos, para ustedes, van estas líneas llenas de esperanza , fe y amor.
Luzma


Hola, Soy nuevamente yo, Juan, el esposo de Patty, padres de Isaías Benjamín, el bebe que partió el 4 de mayo.
Escribo otra vez por que quiero compartirles que día a día, Dios hace su obra en mi, soy sanado poco a poco, y poco a poco voy avanzando en el camino de la paz.
He leido unos cuantos comentarios de padres que han pasado por lo mismo que nosotros, y realmente es doloroso leerles, por que se lo que siente, pero a su vez, puedo darme cuenta del valor que tiene el CONOCER verdaderamente a Dios, y que tener una relación personal con Jesucristo es LO ÚNICO que puede sostenerte en los momentos más difíciles de la vida, y hacerte ver la existencia desde la genuina perspectiva de Dios.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Luto en Navidad

Hace casi un año, escribí un post sobre cómo vivir la Navidad cuando tu corazón sufre por el hijo que partió (http://sobreviviendoanuestroshijos.blogspot.com/2012/12/como-se-siente-la-navidad-cuando-tu.html ) que te recomiendo leer.
Ha pasado el tiempo y si bien es cierto que la mayoría de padres/madres que lloraban a su hijo en ese entonces ya habrán dado el paso siguiente para superar en gran medida la separación que esa muerte supuso, y deben estar en el proceso de enfrentar la vida con espíritu nuevo, algunas de ellas tal vez aún tienen dificultades para convivir con la alegría ajena, con el mensaje del feliz nacimiento de Jesús, o con la simple idea de celebración, cuando aún se sienten víctimas.

Si esa es tu situación, si la depresión posterior a la pérdida de tu hijo(a) aún es parte de tu día a día y no encuentras el camino para salir de ese estado, este post es para ti, para quienes aún se resisten a la Vida, y permanecen en el dolor, en la búsqueda de un por qué, en la idea persistente de una injusticia irreparable.

Debo aclarar algo: si esperas que te dé una receta mágica que alivie tu pena y resuelva el tema con un final feliz, lamento decepcionarte, y no lo haré porque no creo en recetas infalibles cuando lo que tienes es el corazón roto. Al menos yo no conozco tal solución.  Y tampoco iré por el camino corto de decirte que hay quienes sufren más, quienes pasan por dramas peores que tú, etc., etc.  El dolor ajeno no disminuirá el tuyo y eso lo sabemos bien ¿cierto? Pero sí creo que hay aspectos que podemos tomar en nuestras manos y en ese sentido quisiera compartir contigo mi experiencia, dejando en claro que:
  1. Cada persona tiene un proceso diferente, propio y particular, y tiene derecho a sus tiempos, a superar su pena y encauzar su vida a su ritmo. Me pasó a mí y le pasa a otros (miles, millones  en todo el mundo).