jueves, 17 de agosto de 2017

El verdadero reto del duelo


Cuando perdemos un hijo, el tema no es olvidar, no es "pasar la página", como suelen decir. No es siquiera dejar de llorar. En absoluto. No tiene que ver con la concentración, la calma o la productividad. Es otra cosa.
Pasar de ser padres de un hijo al que podemos acercarnos físicamente a serlo de uno que sólo tendremos en el corazón, ése es el reto.
Y es de lo más duro y difícil aprender a vivir con el vacío, con la pena profunda, pero aceptando esta nueva vida, que es la que nos toca vivir, sin amargarnos y aprendiendo a amar de otra forma, sin límites y distancias, pero también sin formas, sin colores, sin aromas...
No se trata de dejar de amar (lo que, además es imposible), pero sí de ir haciéndolo sin tocar, sin ver... sintiendo el amor desbordando el corazón y sabiéndonos en contacto, aunque ninguna sonrisa lo confirme.
Ése es el reto.
Logrémoslo juntos.

miércoles, 7 de junio de 2017

07 años caminando juntos...

Este 08 de junio se cumplen 07 años de permanencia de "Sobreviviendo a nuestros hijos" en la red y quiero compartirlo con ustedes.
Como saben, este Blog nació como un compromiso solidario para compartir experiencias y aprendizaje de vida y esperanza con quienes pasaron (y pasan) lo que viví junto a mi familia una vez, sin embargo se ha convertido con el tiempo en un espacio para el diálogo, para escuchar el dolor de quienes sienten que no pueden con la carga, para entender que no estamos solos, que somos muchos y que podemos superar nuestra tristeza, por más profunda que sea, y volver a vivir, por amor a nuestros hijos. Dejó de ser un espacio para decir y se convirtió en uno para aprender.
Debo confesar que cada nuevo mensaje que recibo de un lector o lectora, me llena de pena y angustia, porque sé lo mucho que deben estar sufriendo. Su dolor me exige dar lo mejor de mí para ayudarlos a sentirse acogidos, comprendidos, aceptados, y a la vez tratar de orientarlos en dirección a la calma y la paz que toda alma atormentada necesita y merece. Si lo he logrado en alguna medida, me sentiré más que bendecida.