martes, 23 de junio de 2020

A sólo un respiro de donde estás....

letra y música de Richard Marx
to where you are
A veces se quiere entender y otras solo se quiere llorar.
Esta canción sirve a ambos propósitos.... Se las dejo con mucho cariño esperando les sirva como me sirvió a mí.
(hacer click en el nombre de la canción, líneas arriba).

lunes, 1 de junio de 2020

Luis Alberto Rabanal Smith, in memoriam

Hace muy poco desperté con una noticia terrible que abrió paso a una tristeza tal que en un instante se volvió parte de mi equipaje: el hijo de una muy querida amiga, mi cuñada durante mucho años, había fallecido instantáneamente en un trágico accidente de auto.
Fue así de simple y de terrible. En un instante terminó su vida en la Tierra y al siguiente todo cambió, él inició una vida diferente y se inició otra también diferente para todos los que lo amaban. Se detuvo su camino, dejó de escucharse su canción y sólo quedaron los demás en el sendero, ya sin él.
Yo lo recuerdo más como un niño muy lindo, pero a través de los años vi cómo creció a la distancia para convertirse en un hombre joven, lleno de alegría, de sueños, de música, con un corazón sensible, muy amoroso con su familia y sus cinco hijos, una vida entrelazada con otras vidas que gozaron con su presencia, su alegría y su amor.
Para los padres que hemos recorrido ese camino, como son quienes acuden a este blog, ese momento indescriptible, ese dolor sin fin no es una experiencia extraña, y sabemos bien que es una experiencia que te marca tan profundamente que fija un antes y un después en tu vida. A partir de ahí te hace parte de una hermandad muy exclusiva en la que ingresas sin pedirlo y de la que ya no puedes irte, porque sabes que sólo quienes han vivido lo que tú, comprenden lo que sientes. Lo bueno es que quienes han vivido lo que tú, entienden cómo poco a poco te vas convirtiendo en alguien que camina por la vida con un hueco en el alma, y que aunque al inicio no sabes cómo hacerlo y sólo sientes cómo duele sin descanso, con el paso del tiempo, vas a aprender a convivir con ello, sobreviviendo, primero, y empezando nuevamente a vivir, mucho después. Y ésa es la esperanza.