Hemos luchado batallas diversas, y tristemente no estamos todos los que las comenzamos... Pero si puedes leer esto es que sobreviviste como yo, cada cual con sus cicatrices y sus penas. Para quienes perdieron alguien muy cercano parecerá tonto, pero entre las muchísimas cosas que tuvimos que dejar atrás en mi país, Perú, fue la visita a los cementerios, y recién este sábado podré volver a ponerle unas flores (artificiales) a mi bebé... ¡Cómo lo extraño! Sé que ella no está ahí, lo sé bien, pero siempre he creído que las flores más era para mí que para ella... y me hace falta.
Tuve que solicitar la cita por el sitio web, iremos con doble mascarilla, solo 4 personas y mi hija tendrá que ver cómo hace con mi nieto pequeño, ya que tampoco se permiten niños ni ancianos. Pero estaremos una vez más diciéndole lo mucho que la amamos, que siempre está en nuestra mente y nuestro corazón y que agradecemos que no nos deje, y que pida al padre por nosotros. Será un encuentro sin ver al otro, pero un encuentro igual, pues volveremos a llevarle flores, cargados con la más profunda nostalgia de nuestro amor y la añoranza de ver su última morada, aunque sé bien que no está ahí...