miércoles, 21 de agosto de 2013

¿Estamos pensando en ellos o en nosotros?

Hace poco escribí que amar a veces es saber decir "adiós" (http://sobreviviendoanuestroshijos.blogspot.com/2013/06/amar-es-tambien-decir-adios.html). Quienes hemos perdido un hijo sabemos lo difícil que es y e el proceso de descubrirlo es largo y muy duro.
Encontré esta historia en la web. Tal vez le sirva a alguien (va con un abrazo).

LÁGRIMAS DE UN PADRE
Un hombre padecía lo peor que le puede pasar a un ser humano: su hijo había muerto.
Desde su muerte y durante años, no podía dormir. Lloraba y lloraba hasta que amanecía. Hasta que se le aparece un ángel en su sueño, y le dice:
-¡Basta ya de llorar!
-No puedo soportar no verlo nunca más- respondió el hombre.
El ángel le dice:
-¿Quieres verlo? Y al confirmarle que sí, lo toma de la mano y lo sube al cielo.
-Ahora lo vas a ver, quédate acá.
A una orden suya, empiezan a pasar un montón de niños vestidos como angelitos, con una vela encendida entre las manos.
El hombre dice:
-¿Quiénes son?
Y el ángel le responde: