Encontré el siguiente texto navegando en la red y lo publico porque muchas madres pasan o hemos pasado por esta experiencia, y verdaderamente no se encuentra una atención que permita paliar en alguna medida el dolor. Es importante que las instituciones despierten y vean esta realidad que pide muy poco: una atención fuera del servicio de maternidad (por un respeto mínimo al sentimiento y estado emocional de la paciente) y un personal con la mínima preparación para comunicarse de forma, al menos, no insultante.Comparto la idea de que es una necesidad y por ello publico, solidariamente, el texto, con la consideración evidente de que es un testimonio, lo que significa que lo vivió quien lo escribió, y que muchas mujeres tal vez hayan pasado y pasen situaciones similares, aunque no en todo sus términos, pues muchas veces, cuando hay cerca personas con el corazón en su sitio, sean amigos o familiares, o profesionales de la salud, se cuidan mucho detalles del proceso mortuorio que permiten guardar luego un recuerdo menos traumático y doloroso.
"Sabias que, cuando muere tu hijo dentro de tu vientre la noticia te la da una ecografista y te dejan solos.
Sabias que no te dan la opción de elegir como querés entregar a tu hijo.
Sabias que luego de entregar a tu hijo muerto te vuelven a internar en maternidad. Escuchando el llanto de otros bebés y viendo la alegría de otros, mientras tu acabas de perder a tu hijo.
Sabias que no te explican, ni hay acompañamiento en el proceso natural que realiza el cuerpo de una mamá sin hijo.