miércoles, 24 de junio de 2015

Algunas claves para lidiar con el duelo

El siguiente es el texto de un artículo publicado por Tais Pérez, psicóloga española, en su blog "Conectando Neuronas" (http://taispd.com/claves-para-lidiar-con-el-duelo/). Aunque está dirigido a quienes han sufrido una pérdida, en general, no a padres en especial, igual me parece válido y lo comparto aquí para ustedes esperando les ayude a avanzar en el camino.

Uno de los mayores temores que tenemos es perder a un ser querido. Perder a nuestros padres cuando somos niños, perder a nuestros hijos cuando los tenemos.
El duelo es una crisis vital que tambalea todo nuestro entorno. Lo cambia absolutamente todo. Lidiar con la ausencia y aprender a vivir sin ellos parece imposible.
Perdí a mis padres siendo una adolescente. Primero mi padre y un mes más tarde mi madre. Casualidades aterradoramente injustas. Sufrí mucho. Lloré. Me enfadé con el mundo. Y sentí que jamás lo superaría.
Mi vida cambió radicalmente. Desde la casa dónde vivía, hasta los valores que tenía. Dejé de ver el mundo como lo veía. Ya no me importaban las mismas cosas. Tuve que reordenar todos mis esquemas vitales y plantearme cómo quería vivir mi vida a partir de ese momento.
Me encerré a estudiar y me enfoqué en mi carrera profesional. Esto me ayudó a distraerme. Busca actividades que mantengan tu foco atencional alejado de la tristeza. Céntrate en lo que te apasiona. El paso del tiempo te permitirá recuperarte de la pérdida. Lloré muchísimo en aquella época. Estaba tremendamente convencida de que no volvería a ser feliz nunca. Perder a mi padre supuso para mi dejar de estar cerca de la persona más importante de mi vida. Y papápuede que de la persona más inteligente y culta que haya conocido jamás. De él aprendí lo importante que es aceptar lo que pasa, da igual lo que sea. Esto me ayudó paradójicamente a aceptar su ausencia. De él heredé la paciencia que me forzó a vivir con tranquilidad todo el sufrimiento que me dejó cuando nos despedimos. Me regaló la

domingo, 14 de junio de 2015

La esperanza ante la muerte

Cada visitante de este blog vive con una historia diferente y muy particular. Cada una atraviesa su situación de dolor y pérdida de distinto modo, pero en general hay dos grupos: los que creen que hay un mañana en que volverán a encontrarse con sus seres amados, y se reaniman un tanto para poder reinsertarse a la vida, y quienes se quedan únicamente con la sensación de perdida y de ausencia y se resisten al consuelo, lo que les dificulta tremendamente la recuperación.
Ante esa situación, me pregunto: ¿si todos pudieran saber que la partida de sus hijos fue una experiencia dulce y llena de paz, no hallarían un consuelo para su sufrimiento que les permitiera recobrar el deseo de vivir?
Yo suelo compartir mi vivencia y lo que ella me enseñó, sin embargo hoy deseo brindarles un testimonio sumamente esperanzador, basado en un artículo, por demás interesante, que trata de temas ya expuestos antes y siempre controversiales: la vida y la muerte. Al final todo se reduce a una decisión y una actitud de fe: querer creer o no, pero la evidencia es algo a considerar.

martes, 9 de junio de 2015

Cinco años caminando juntos

Ayer se cumplieron cinco años desde el día en que iniciamos este Blog, "Sobreviviendo a nuestros hijos", con mucha incertidumbre de lo que podría resultar y si serviría de algo a alguien, pero con gran esperanza de poder contribuir en alguna medida, sabiendo lo que pasan quienes en algún momento viven lo que vivimos un día mi esposo y yo.

Cinco años después nos sentimos impresionados con el volumen de visitas y la cantidad de personas que, en su proceso de luto, han encontrado en este espacio una posibilidad de ser escuchados y comprendidos, lo que esperamos sea, o haya sido, una ayuda en su proceso de superar la terrible experiencia de perder a un hijo y empezar a sanar las profundas heridas que deja su vacío.

Aquí seguimos, escuchándolos, sintiendo su pena y su angustia, comprendiendo sus dudas y decepciones, pero también tratando compartir un poco de nuestra experiencia para que cada uno de ustedes pueda aprender algo que le haga más llevadero el camino, de por sí difícil y solitario, de sobrevivir a un hijo.

Este espacio ha crecido gracias a la participación de cada padre y cada madre que ha ingresado y decidió compartir su pena y su vivencia. Gracias por hacerlo. Entre todos nos podemos ayudar, y creo que eso nos ayuda a caminar pasito a paso y comenzar en algún momento a dejar de sobrevivir y empezar a vivir. Estoy segura de que eso provoca muchas sonrisas en el cielo.

Un abrazo,

Luzma